JUAN GUTIERREZ, necesita nuestro apoyo

No dejó de ser un fuerte golpe a mis recuerdos la noticias corta y clara respecto al mal momento que vive el gran Juan Gutierrez Gfell, en lo que a su salud se refiere. No por algo son 39 años que le conozco y un par menos que somos amigos y caminamos juntos por la senda del trabajo radial.

De Juan se que nació en Purén, hace 62 años, donde se inició en la desaparecida radio Presidente Kennedy y que junto a la Millaray llegó a Cañete, en 1969, para formar su vida. Una vida enlaza de amistades que en una larga lista asoman en este hombre afable y amable, gentil, socialmente impecable, sin enemigos ni dobleces, razones que hicieron a Cañete reconocerlo como uno de los suyos, recientemente.

En 1969, en la primera vez que visité una radio por dentro, él me recibió y me guió hasta el trono del maestro Ángel Sepúlveda, quien con voz tranquila y profunda me entrevistó y me dejó recitar una poesía. Antes de salir me despidió preguntando si volvería.

Más tarde, nos seguimos encontrando entre comunicado y comunicado que iba a entregar a la radio en mi labor de dirigente estudiantil entre 1970 y 1972, allí seguimos “platicando”, desde el 72 hacia adelante marchamos juntos en la senda radial, lo más que aprendí fue que la amistad debe ser verdadera, larga, interrumpida, valiosa y que debe guardarse como un tesoro.

... cuando quise indagar en la situación contractual, económica y financiera de Juan en este momento, se hizo un gran silencio que creí comprender y que aprovecho de transmitir a quienes, localmente, están siempre empeñados en diversas campañas de apoyo...

Por eso fue duro saber que está mal de salud e internado en Concepción, rodeado de muchos amigos que lo visitan, según me contó telefónicamente su esposa, agregando “Juan a dado su vida por la radio”. Lo que personalmente también creo; pero, ¿la radio habrá dado todo por Juan Gutierrez?

Jamás he olvidado la gran pichanga de fútbol que se jugó en lo que llamamos “el cerro de la antena”, cuando se instaló en el sitio en que actualmente se encuentra y donde por su forma de jugar le instauraron un sobrenombre que, como todas las cosas, se olvidó en el tiempo.

Personalmente espero que pronto se recupere, hay mucha radio todavía para él, mucho tiempo para compartir, muchas anécdotas que recordar, como algunas muy personales que sin anestesia me lanzó a la cara en mayo, recién pasado, cuando pasé por la radio a conversar un rato con él, un largo rato porque nuestro amigo no es de tiempos cortos ni nada por el estilo. No hay prisa, cuando de compartir se trata.

Desde la distancia ruego que pronto cesen sus dolencias y que la ciencia médica resuelva con presteza la situación que afecta a Juan y que lo mantiene en una cama de la pieza 50 del tercer piso del hospital Guillermo Grant Benavente.

“Este teléfono no deja de sonar – contó su esposa -, las iglesias llaman para decir que oran por él. Creemos que Dios puede ayudar la mano de los médicos – indicó con fortaleza a través de la línea telefónica.

Sin embargo cuando quise indagar en la situación contractual, económica y financiera de Juan en este momento, se hizo un gran silencio que creí comprender y que aprovecho de transmitir a quienes, localmente, están siempre empeñados en diversas campañas de apoyo; creo que Juan Gutierrez Gfell, un hombre que ha dado su vida por la radio, necesita que “LA RADIO DE AHORA SU VIDA POR ÉL”… y que sea AHORA.

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